Capitulos

¿Crees que me importa lo que opines? ¿lo que pienses o te imagines? Se perfectamente lo que esta pasando por esa cabeza... eres exageradamente predecible y no me extraña, solo tienes que mirarte. Fíjate bien, No eres nada, absolutamente nada.
Pero tómatelo con tranquilidad, no te apures, no tengas ninguna prisa por ser "algo en esta vida"
te lo digo yo, yo sé de que estoy hablando ¿Y sabes por que? por que lo he visto, con mis propios ojos... y no me vengas con esos aires de superioridad, no me trates como si fuera un enfermo mental.
Te repito: no me importa lo que opines, no quiero saber tu criterio.
Es mas, me mofo en tus narices por que se donde vas a terminar tu y los que están contigo. Y cuando eso ocurra empezara tu corazón a latir tan fuerte que casi te dolerá, lo sentirás latiendo en la garganta misma. Tu cuerpo se estremecerá de terror de una forma ingobernable, siquiera tus extremidades responderán a tus débiles señales neuronales. Intentaras correr pero no podrás, intentaras gritar, pero nadie te oirá. Y solo entonces habrás deseado que todo esto hubiera sido un sueño, una pesadilla producida por ingerir una cantidad importante de proteínas antes de acostarte. Pero no despertaras, y entonces la realidad se abalanzara sobre ti como una ola gigante, como algo que de seguro no podrás parar.
Y en ese instante sabrás que lo que te digo es verdad, y durante unos segundos se repetirán mis palabras en tu boca.
Te lo digo yo, va en serio. Así que cuando te digo que mi nombre es Tomas White y he visto el futuro, me importa muy poco lo que creas.

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Sr. White, nuestra intención es ayudarle, no criticar su estado mental. Lo que deseamos saber es: el porqué de su conducta. Usted sabía perfectamente que esto era un “juego” que le permitiría, fama y una solvencia considerable. No obstante su forma de actuar ante las cámaras nos hace pensar que aun cree que esto es parte del espectáculo.

Todo el mundo lo conoce Sr. White, algunos lo consideran un héroe, salvo al mundo de la destrucción, y se comporto como esperábamos, si bien es cierto que no fue casualidad. El sitial fue programado para que viviera una experiencia tan real como estos instantes y sabía de antemano cual era “su misión”. Ahora está tercamente seducido por “esa vida” y no quiere salir.

No hay enemigos, no hay destrucción, ese mundo ha desaparecido un milisegundo después de su desconexión, y ahora solo le pedimos que represente su papel en la vida real, ante la audiencia. Usted sabe hacerlo muy bien… solo le pedimos que lo haga una vez más. ¿Entiende señor White?